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LA INTELIGENCIA ESTRATEGICA FRENTE A LOS ESCENARIOS DE RIESGOS Y AMENAZAS

Publicado: 2012-05-04

La actividad de inteligencia estratégica en un Estado – legal y doctrinariamente – tiene por objetivo brindar oportunamente, al presidente de la República, conocimiento útil, obtenido a través del procesamiento de toda la información posible con respecto de los diversos escenarios de riesgos y amenazas actuales y potenciales que puedan ocurrir y afectar la seguridad nacional. Ello, para anticiparlos y estar preparado a reaccionar o para actuar en forma proactiva en el marco de una visión de futuro.

En nuestro país, ese rol le compete a la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), por ser el Órgano Rector especializado del Sistema de Inteligencia Nacional (SINA). Esto, de conformidad con lo dispuesto por la Ley N° 28664.

Por tanto, a dicho Órgano le corresponde, como una de sus funciones, proveer al jefe de Estado y al Consejo de Ministros, la inteligencia y contrainteligencia necesaria, oportuna y esencialmente predictiva que dará el conocimiento requerido que sirve de herramienta para el proceso de toma de decisiones en el campo de la seguridad nacional.

Eso, mediante la aplicación del análisis interméstico, evaluando de manera simultánea amenazas y riesgos de los ámbitos interno y externo. E incorporando el concepto de plazo como el elemento tiempo, propio de una visión estratégica de Estado.

Ahora veamos si dicha función, esa clase de análisis y evaluación simultanea de tales escenarios, en ambos, se vienen cumpliendo con eficacia por la DINI. Y luego ustedes saquen sus propias conclusiones.

En cuanto al ámbito interno, el Perú está hoy en pleno shock y conmoción debido al retorno del fantasma terrorista de los 80, ante lo cual la ciudadanía empieza a desmembrarse emocionalmente. A tal punto que el 72% de entrevistados percibe que existe un rebrote del terrorismo. Ello, según la última encuesta nacional de El Comercio elaborada por Ipsos Apoyo. La misma que fuera publicada el 22 de abril de 2012

¿Por qué tal percepción?

Porque los planificadores y comandantes de operaciones de la red terrorista Sendero Luminoso que operan en el VRAE – como actores armados no estatales internos predominantemente clandestinos y asimétricos – practicando la Guerra de Cuarta Generación (4GW) contra el Estado peruano, han ejecutado en el presente mes de abril, con claros objetivos políticos y militares, las siguientes operaciones espectaculares y letales.

Primero, el secuestro de 36 trabajadores del Consorcio Camisea en Kepashiato (Zona de La Convención, Cusco) por un comando operativo dirigido por Martín Quispe Palomino (a) “Gabriel”. Quienes después de 5 días de cautiverio, fueron liberados sanos y salvos cuando se producía en Cartagena, Colombia la reunión de jefes de Estado para la Sexta Cumbre de las Américas, con asistencia del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.

Segundo, el ataque a un helicóptero del programa antidrogas de la PNP, que durante las labores de búsqueda, en Alto Postakiato (Cusco) dejó un saldo de un muerto (a la valerosa copiloto, la capitana Nancy Flores Paúcar) y tres policías más un civil resultaron heridos. Asimismo, dicha aeronave posteriormente tuvo que ser inutilizada con explosivos por las propias patrullas militares que llegaron a la zona para retirar y evitar el apoderamiento de armamento y la radio por los terroristas.

Tercero, el ataque a otro helicóptero que transportaba a una patrulla de personal policial en el mismo sector. Tres suboficiales PNP que descendían de dicha aeronave mediante el procedimiento de cuerda rápida fueron abatidos por los terroristas. El primero, LánderTamani Guerra, falleció instantáneamente, mientras que César Vilca Vega y Luis Atuquillpa Vásquez, fueron reportados como desaparecidos por el ministerio del Interior.

Cuarto, la emboscada a la patrulla “Lince” del Ejército Peruano, utilizando en la táctica de ataque, la técnica letal de los artefactos explosivos improvisados, conocidos por las siglas en inglés como IED´s (ImprovisedExplosivedDecives[1]). Resultando heridos 10 efectivos militares, entre ellos, el oficial que la comandaba.

Quinto, el encuentro de los periodistas de Panamericana Televisión (canal 5 TV), El Comercio y La República con Martín Quispe Palomino (a) “Gabriel”, quien aprovechó dicha situación para dar una conferencia de prensa en plena selva, nada menos en el propio escenario de operaciones donde las patrullas de las fuerzas del orden se encontraban persiguiendo al comando operativo que él dirige. Esto, luego de una caminata de 5 horas hacia Alto Lagunas.

Ocasión en que los periodistas de dichos medios informativos nunca vieron o se cruzaron con miembros de las fuerza del orden durante la ruta de ida y regreso. Ante lo cual pregunto: ¿y dónde estaban los Servicios de Inteligencia del Estado peruano en ese momento? ¡Qué se yo! ¡Increíble!.

En dicho encuentro “Gabriel” trató de fundamentar las motivaciones del secuestro de los 36 trabajadores. Y dio detalles acerca de los enfrentamientos que sostuvo con miembros del Ejército Peruano y la PNP en la montañosa selva de la provincia de La Convención, Cusco.

Asimismo, aseguró que aniquilaron a los dos supradichos suboficiales de la PNP reportados como desaparecidos por el Sector Interior.

Ello, porque ofrecieron resistencia. ¡Qué tal crueldad!. Por eso nuevamente pregunto: ¿dónde están los representantes de las ONG´sderechohumanistas y su aparato mediático, junto con la izquierda caviar y la jurásica? Como siempre brillan por su ausencia cuando se trata de la muerte de militares, policías y personal de inteligencia. Porque su misión es más bien continuar con la implacable persecución fiscal y judicial contra dichos agentes del Estado.

Luego de ese homicidio calificado con ferocidad, “Gabriel” ha puntualizado que a estos efectivos policiales les quitaron sus fusiles AKM para potenciar la capacidad combativa de dicho comando operativo terrorista.

De lo expuesto someramente, la conclusión que emerge clara e ineluctablemente, es que estamos pues, ante un típico comandante de operaciones de una red terrorista que está muy bien entrenado y posee experiencia de combate. Conoce el terreno dificultoso como la topografía de la zona donde se mueven sus columnas.

Y que ha logrado expandir su campo de operaciones en una zona donde su presencia era sólo esporádica desarrollando eficazmente el conflicto asimétrico en el marco de una guerra de redes y coaliciones que configura la 4GW.

Quien en poco menos de 20 días ha causado serios reveses y fiascos operacionales a las fuerzas del orden. Así como logrado un éxito mediático de gran intensidad que ha viabilizado su objetivo político de potenciar las acciones de agitación y propaganda a nivel nacional e internacional.

Siendo esto último una de las finalidades de la subversión después de haber ganado la simpatía y adhesión de determinados sectores poblacionales en la zona donde operan. Cuyo apoyo se ha convertido en la “antena popular” de la que se refería Ho Chi Minh.

¿Con qué propósitos?

Para desprestigiar a las fuerzas del orden y demostrar la inconsistencia de la Estrategia Militar y las tremendas fallas del Sistema de Inteligencia Nacional (SINA) y de su Órgano Rector especializado, la DINI, cuyo Director Ejecutivo evidencia una gran improvisación y no sabe aplicar el principio doctrinario de “Unidad de Dirección” en la Comunidad de Inteligencia peruana. Ello, pese a que lleva casi 9 meses en el cargo.

Con relación al ámbito externo, dicha situación tiene que estar siendo indubitablemente analizada por la inteligencia militar de Chile a fin de apreciar, tanto la reacción del gobierno ante un escenario de crisis, como el nivel de operatividad de las FFAA peruanas.Y la capacidad que tienen los Servicios de Inteligencia para anticiparse a estos hechos brindando información precisa, oportuna y eficaz, para revertirlos con anticipación. Lo que no ha sucedido en este último caso.

Estando a que el Comando Conjunto de las FFAA viene conduciendo y desarrollando la fase de persecución a las columnas terroristas, considero inoportuno, de acuerdo al principio doctrinario de “Pertinencia”, tratar – por el momento - sobre la situación interna en el Perú hasta que las autoridades competentes den oficialmente por concluidas dicha fase de las operaciones militares y policiales. Eso es lo profesional para un oficial de inteligencia.

Por tanto, en el presente artículo sólo trataré con respecto a la problemática que tiene nuestro país en el ámbito externo cuyo escenario no podemos descuidar y mucho menos dejar de lado en las circunstancias actuales. Esto, por las implicancias que podría representar a la seguridad nacional del Perú en el corto plazo.

Conforme a ello, el Director Ejecutivo de la DINI, capitán E.P.(r) Víctor Manuel GómezRodríguez – quien si es un buen oficial comando graduado en 1984 – I en el XXII Curso Regular de Comandos en la Escuela de Comandos del Ejército Peruano - mediante su principal Órgano de Línea, la Dirección de Inteligencia Estratégica, considero que debería estar proyectando los estimados de inteligencia predictiva, señalando las posibles situaciones o formulación de escenarios que podrían acontecer – entre Chile y Perú – antes, durante y después del fallo de la Corte de La Haya. Claro está, bajo el principio de evitar una crisis y minimizar cualquier daño.

Y en dichas apreciaciones de inteligencia es imperativo evaluar un hecho objetivo. ¿Cuál? Que hoy Chile tiene listo el despliegue estratégico como el centro de gravedad de sus Fuerzas Armadas en el Teatro de Operaciones del Norte (orientado hacia la frontera con Perú.)

No requiriendo de ningún desplazamiento complementario o adicional de tropas a dicho ámbito geográfico.[2] Pues su fuerza militar conjunta está con los cuadros completos para operar en la posible zona de empleo.

Asimismo, se debería analizar qué hacer frente a los planes de desarrollo alcanzados por la fuerza militar conjunta chilena, en sus tres dimensiones institucionales, con la disposición de un sistema de armas de carácter ofensivo – a fin de satisfacer sus necesidades estratégicas – pues ha provocado un marcado desequilibrio en el poder bélico que dispone, con el de sus tres países vecinos (Perú, Bolivia y Argentina).

Hecho que para cualquier analista de inteligencia le permite objetivar cuáles son las “intenciones” del Estado chileno en materia de defensa. Eso, bajo la hipótesis HV3 (Hipótesis Vecinal 3). Lo cual constituye una señal de alarma. Pues demuestra que Chile sí está dispuesto a defender y promover con todos los medios a su alcance sus intereses. Y de ser necesario con la fuerza.

Ello, principalmente, en sus relaciones con nuestro país, con motivo de la demanda interpuesta ante la Corte de La Haya el 16 de enero de 2008. Hecho que Chile ha lamentado públicamente.

Dicho esto, estando a las precisiones dadas, ahora veamos cuál es la situación actual de la acción incoada ante el precitado órgano jurisdiccional supranacional. Luego la posición de la Política Nacional y la Estrategia Militar de Chile. Y finalmente el rol que desempeña – ante ese escenario – la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) y el Comité de Inteligencia, que preside en dicho país el Director de la ANI, el abogado Gonzalo Yuseff Quirós.

El proceso contencioso en giro con relación al diferendo marítimo entre Perú y Chile, ha ingresado a su segunda fase, y al concluir, la causa quedará expedita a fin de que los jueces pasen a deliberar la sentencia siguiendo un procedimiento establecido.

Y luego en absoluto secreto elaborar su fallo que será pronunciado en una audiencia pública, el cual tendrá la calidad de obligatorio, definitivo e inapelable para las partes. Pues es en instancia única.

En efecto, la Corte Internacional de Justicia de La Haya oficialmente fijó – el 22 de marzo último – el cronograma para el inicio de la fase oral con los sujetos procesales. Anunciando que el período de las audiencias públicas se llevará a cabo del 3 al 14 de diciembre del presente año. Ello, en el Palacio de la Paz, en el “Gran Salón de la Justicia” (Great Hall of Justicia) con sede en La Haya, Holanda.

Las audiencias orales tendrán dos rondas. En la primera, el turno para iniciar el informe oral, le corresponderá al Perú por ser el Estado demandante. Y se ha señalado como fecha el lunes 3 de diciembre de 15:00 a 18:00 horas. Cuyo alegato continuará al día siguiente, martes 4, de 10:00 a 13:00 horas y de 15:00 a 18:00 horas respectivamente.

Después, el turno le tocará a Chile como Estado demandado. Habiéndose señalado el jueves 6 de diciembre, de 15:00 a 18:00 horas para el informe oral. El cual continuará al día siguiente viernes 7, de 10:00 a 13:00 horas, y de 15:00 a 18:00 horas respectivamente. Concluyendo así la primera ronda.

Con el mismo criterio, la segunda ronda, será iniciada por el Perú, cuyo informe oral se ha señalado para el martes 11 de diciembre de 10:00 a 13:00 horas, y de 15:00 a 17:00 horas. Que corresponderá al alegato de cierre de nuestra parte.

Finalmente, le tocará el turno a Chile, habiéndose señalado como fecha del informe oral el viernes 14 de diciembre de 10:00 a 13:00 horas, y de 15:00 a 17:00 horas. Esto, para su alegato de cierre.

Con lo cual culminará dicho proceso contencioso bajo los principios de contradicción, oralidad e inmediación. Y la causa quedará expedita para debatirse y ser votada en un plazo de cuatro a cinco meses (abril o mayo de 2013).

En el precitado acto oral público, los agentes de ambos Estados, los juristas internacionales y especialistas que conforman las respectivas delegaciones, deberán exponer en inglés o francés – por ser los idiomas oficiales de la Corte – los elementos principales y los derechos que sustentan su posición. Pudiendo incluso utilizar medios audiovisuales durante sus informes.

Ahora bien, nuestro país en el petitorio de la demanda incoada, puntualiza – entre otros puntos – que ante la inexistencia de un tratado de límites marítimos, entre Perú y Chile, la Corte de La Haya proceda a delimitar el espacio marítimo con el vecino del Sur, a partir del Punto Concordia, de conformidad con lo establecido en el Tratado de 1929. Esa es la posición y tesis peruana.

Constituyendo dicha acción un medio pacífico de solución de controversias jurídicas entre Estados, Por eso se ha recurrido ante la predicha Corte como órgano judicial principal del Sistema de las Naciones Unidas (ONU)

La cual se encuentra integrada por quince magistrados, juristas de gran prestigio, elegidos por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad. Quienes deciden con total imparcialidad y sin influencias o presiones, los asuntos sometidos a su jurisdicción.

La controversia jurídica se debe a que la posición oficial chilena es totalmente opuesta a la del Perú. Y se encuentra expuesta, nada menos, en el “Libro de la Defensa Nacional de Chile 2010”, en donde se sostiene la tesis que la demanda peruana “NO TIENE MERITOS NI FUNDAMENTOS”[3]

¿Por qué?

Porque afirman que los límites de Chile con Perú fueron definitivamente fijados mediante tratados internacionales plenamente vigentes, como son los tratados de 1952 y 1954, basados en las respectivas proclamaciones de 200 millas marina de 1947.[4]

Si ésta es la posición chilena – cuya tesis obedece al interés nacional – entonces el gobierno del presidente Sebastián Piñera, utilizará todos los medios disponibles a su alcance, para seguir ejerciendo la soberanía sobre un mar que consideran legalmente es de su propiedad desde hace más de 50 años.

Y que hoy controlan con el más moderno equipamiento militar que existe en la región. Ello, haciendo gala al lema de su escudo: “Por la razón o por la fuerza”. Ya sabemos que cuando se les acaba la razón utilizan la fuerza.

A ese esquema político – estratégico, obedecería la decisión del por qué el gobierno chileno se habría fijado, como objetivo político, no ceder soberanía marítima sobre aquella zona que es materia de controversia jurídica con el Perú. Pues, reitero, valga la redundancia, consideran es un mar de su propiedad que forma parte de la integridad territorial de dicho país.

Por esto han convertido el proceso contencioso que se tramita ante la Corte de La Haya, en un agresivo ejercicio de disuación militar contra el Perú.[5]

Lo cual se acredita indubitablemente, insisto, con el sistema de armas de carácter netamente ofensivo que han adquirido rompiendo el equilibrio bélico en la región. Y según he señalado se encuentra desplegado cerca la frontera con el Perú. Asimismo, con las maniobras conjuntas de sus Fuerzas Armadas en los ejercicios militares “Salitre” y “Huracán 2011”, respectivamente.

Con esos sistemas de armas aplicaron – en dichos ejercicios – la “nueva doctrina conjunta” que es la combinación eficaz de elementos terrestres, navales y aéreos bajo un mando único para la ejecución de ambas operaciones militares.

Ello, teniendo como un elemento fundamental de la conducción conjunta, a la interoperatividad que se manifestó prioritariamente en la compatibilidad tecnológica, doctrinaria y de procedimientos del aparato militar acantonado en su Teatro de Operaciones del Norte.

¿Qué significa conducción conjunta?

Para la Estrategia Militar de Chile la conducción estratégica conjunta es la que se ejerce sobre el total de las fuerzas asignadas para el desarrollo de las operaciones bajo el principio doctrinario de “Unidad de Comando”. Y comprende el conjunto de las actividades de planificación, preparación y empleo de los medios militares.

De acuerdo a este modelo estratégico, el empleo conjunto de las fuerzas responde a una concepción permanente y global de lo conjunto. Sin que este esquema diseñado por la Estrategia Militar (a cargo del Jefe del Estado Mayor Conjunto y como tal responsable de conducir las operaciones militares) pueda cancelar la existencia de operaciones especiales que propongan objetivos parciales.[6]

En vía de ampliación de lo que se señalé en un artículo anterior,[7] hoy a la luz de los hechos, está demostrado que las Fuerzas Armadas de Chile han desarrollado capacidades conjuntas con el sistema de armas que disponen. Ello, a través de la integración, lo cual les facilite la mutua cooperación. Y esta complementariedad y estas sinergias me han permitido sostener que poseen las características, estratégicas, tácticas, técnicas y operativas siguientes:

Están bien equipadas.

Están bien entrenadas.

Están hábilmente balanceadas.

Tienen propósitos estratégicos definidos.

Están expeditas para actuar.

Están siempre listas para operar.

Claro está, bajo una nueva línea doctrinaria militar, en donde han definido el concepto de lo que es “el espacio de batalla” – que también comprende el espectro electromagnético y la noción moderna de ciberespacio – el cual considera que para poder aplicar exitosamente el poder de combate de los medios militares por emplear en la consecución de un objetivo, hay que tener presente al entorno, los factores y las condiciones previstas.[8]

Conforme a dicha línea de pensamiento doctrinaria, se requiere de un sistema de mando y control. E, insisto, de un extensivo uso del concepto de interoperatividad por parte de todas las fuerzas en presencia, para poder actuar con eficacia en un posible “espacio de batalla”

Es decir, las FF.AA. de Chile han reconceptualizado su doctrina militar, pero siempre bajo los lineamientos de la Guerra de Tercera Generación (3GW)

Evidentemente, utilizando una trilogía de factores que están compuestos por el escenario, el control de ese escenario físico y el poder o fuerza conjunta que se requiere utilizar con la finalidad de ejercer ese control.

Y de ser necesario expandirlo fuera de su espacio territorial a la hora de actuar frente a otra Fuerza Armada de menor dimensión estratégica. Como lo es la del Perú que se encuentra en un estado de indefensión. Esto, pese a la gravedad de la situación existente. Y de lo que podría acontecer en los próximos meses.

Dentro de este esquema, para la Estrategia Militar chilena, el poder aéreo con el que actualmente disponen,constituye un elemento de fuerza fundamental del poderío aeroespacial que podría utilizar de manera prioritaria en “el espacio de batalla”. Esto, con la finalidad de obtener en beneficio propio – no la superioridad aérea que ya la tienen frente a la Fuerza Aérea del Perú (FAP) – sino la supremacía total.

A guisa de comentario, tenemos que los aviones F-16 de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), se encuentran en la Base Militar que han construido en Zapiga. Ello, a tan solo 340 kilómetros de donde está ubicada la Base Militar de la FAP en La Joya. Y en solo diez minutos, dichos aviones cazabombarderos de la FACH pueden recorrer esa distancia hasta llegar a su objetivo.

E inhabilitar con sus misiles los hangares y las pistas de aterrizaje de la supradicha base aérea peruana. Esto, como una hipótesis de posibilidad.

Dicho poder aéreo también tiene la capacidad para efectuar posibles ataques en la profundidad del “espacio de batalla” sobre territorio peruano. Incluso podría llegar hasta Lima. Obviamente aprovechando que el Perú no tiene un sistema de defensa antiaérea. Y los radares de CORPAC en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, son de uso comercial y no militar

Ello, planteado como una posible forma de acción en base a una hipotética teoría operacional que buscaría la “Parálisis Estratégica” del Perú. Conforme lo señalé en un artículo anterior.[9]

¿Cómo se daría esa hipotética teoría operacional?

Los aviones cazabombarderos F-16 vendrían bordeando la costa, fuera del espacio de las 200 millas, por zona internacional, ingresando recién al espacio aéreo peruano, al llegar sus escuadrones a la altura del Callao.

Y desde una distancia previamente calculada, lanzar contra objetivos militares en tierra, sus misiles Harpoon en cumplimiento de la misión. Para luego retornar a su base siendo reabastecidos de combustible en el aire, por los aviones tanqueros “KC-135 Boeing”, llamados “aviones madrina” – en el argot militar – por la función clave que desempeñarían en ese supuesto escenario.

En este contexto las hipótesis consisten en el diseño de escenarios estratégicos simulados, favorables o desfavorables a nuestro país, de tal modo que permita visualizar las posibles contraposiciones de intereses que podrían darse entre Chile y Perú.

Y consecuentemente obtener las respuestas que sean útiles para la formulación de las previsiones de carácter estratégico en todos los campos de acción. Ello, al conocer la naturaleza de la amenaza que se podría dar en el corto y mediano plazo.

Los desafíos que hoy tiene la inteligencia estratégica peruana, a cargo de la DINI, son muy grandes como organismo asesor del gobierno en los ámbitos interno y externo. Pues debe adoptar un rol fundamental en las futuras tomas de decisiones, brindando al jefe de Estado toda la inteligencia necesaria para que sus decisiones sean correctas en el campo de la seguridad nacional.

Ahora bien, continuando con el análisis del factor militar chileno, tenemos que sus Fuerzas Armadas están listas para actuar bajo la siguiente configuración:

Primero, han redefinido su estructura organizacional a partir de la presentación del tercer “Libro de la Defensa Nacional de Chile 2010”, por la presidenta Bachelet, el 14 de enero de 2010; y con la promulgación de la Ley N° 20.424, su fecha 02 de febrero de 2010, que aprueba el “Estatuto Orgánico del Ministerio de Defensa Nacional”. Ello, bajo el modelo que corresponde a la fase de Guerra de Tercera Generación (3 GW).

Segundo, han reconceptualizado su doctrina militar que contiene los nuevos criterios y procedimientos necesarios para la interoperatividad conjunta de la fuerza militar. Sin embargo, es de advertir que sigue igualmente el modelo correspondiente a la fase de Guerra de Tercera Generación (3 GW).

Tercero, la planificación, preparación y posible empleo de los medios militares en operaciones de guerra convencional, se tienen que dar con la nueva estructura organizacional, y aplicando igualmente la nueva doctrina militar vigente.

Cuarto, disponen del mejor sistema de armas de carácter ofensivo – con tecnología de punta – que existe en la región. Habiendo superado con su capacidad operativa el balance estratégico del poder bélico frente al de sus tres países vecinos. Según se ha precisado párrafos ut supra.

Insisto, en el escenario actual lo transcendente – por constituir una peligrosa amenaza – es que el centro de gravedad de dicho aparato bélico, se encuentra orientado exclusivamente hacia la frontera peruana. Y no sobre la de Bolivia ni de Argentina.

Lo cual demuestra que la fuerzamilitarconjunta chilena está concebida, organizada, entrenada, equipada y desplegada estratégicamente para hacer frente a lo que consideran una amenaza específica. Este es el razonamiento principal en la estructuración de una fuerza militar.

Hecho que me permite inferir, para la obtención de una conclusión derivada del proceso analítico – sintético efectuado con la información disponible, que existiría como parte de una estrategia, la posible “Hipótesis de Guerra” para alcanzar determinados objetivos de seguridad, a través de una presumible acción violenta, en base al precitado objetivo político.

La determinación de dicha estrategia tiene que haber sido producto de una apreciación político – estratégica de la situación, teniendo en consideración la decisión de quien conduce la Política Nacional.

Y luego, dado lugar a una Directiva de Planeamiento la cual debe incluir los elementos de juicio concernientes al planeamiento de guerra, pues la Estrategia Militar está estrechamente condicionada por la Política, la misma que traza la orientación y designa el objetivo por alcanzarse.

Empero, no obstante ello, las Fuerzas Armadas de Chile – pese a su poderío bélico - tienen una gran vulnerabilidad.

¿Cuál? Veamos.

No están concebidas, entrenadas ni tampoco poseen experiencia para enfrentar la Guerra de Cuarta Generación (4GW) en la era de los conflictos asimétricos. Pues aquí no existen los paradigmas que caracterizan la guerra convencional, la cual corresponde a la fase de 3GW.

He ahí la esencia y sustancia que deberían tener en consideración los teóricos y también los planificadores de la defensa de nuestro país, toda vez que las Fuerzas Armadas peruanas poseen una vasta experiencia de combate contra las redes y coaliciones terroristas que practican esta clase de conflicto como actores no estatales internos predominantemente clandestinos y asimétricos.

En los conflictos asimétricos la respuesta frente a un oponente más fuerte y de mayor dimensión estratégica, no se enfatiza ni busca, la paridad de fuerzas, sino el empleo de tácticas no convencionales.

¿Por qué?

Porque los conflictos asimétricos no son otra cosa que un enfrentamiento entre fuerzas de distinta capacidad y tamaño, y como tal recurren al uso de estrategias diferentes, que en el caso del oponente más débil se escapan a los métodos convencionales para evitar las fortalezas del contrario, y explotar sus vulnerabilidades.

Se recurre a tácticas innovadoras que son concebidas con la finalidad de debilitar la determinación del poderío del más fuerte y su capacidad para utilizar de manera eficaz su superioridad en términos de medios convencionales.

Esto debería llevar a una reflexión al responsable de conducir la Estrategia Militar peruana, creando y combinando estructuras de fuerza capaces de a su vez sepan combinar estrategias simétricas y asimétricas contra cualquier adversario cuyos medios sean notoriamente superiores a los nuestros.

Ojalá que así suceda. Y no pierda la perspectiva dedicándose exclusivamente a ver la situación en el VRAE. Descuidando atender una posible amenaza en el ámbito externo de mayor dimensión estratégica, como lo es el caso de Chile, cuya fuerza militar conjunta sí podría poner en peligro la seguridad nacional peruana, reitero, en el corto plazo.

La inteligencia estratégica chilena.

En Chile el abogado y magister en Lógica y Filosofía de las Ciencias, Gonzalo Yuseff Quirós[10], desde el 01 de abril de 2010, viene ejerciendo la dirección de la Agencia Nacional de Inteligencia, conocida bajo el acrónimo de “ANI”. Y como tal preside el Comité de Inteligencia que es una instancia de coordinación técnica entre los organismos que conforman el Sistema de Inteligencia del Estado.

La ANI es un organismo público y centralizado, de carácter directivo, técnico y especializado, cuyo objetivo definido por la Ley N° 19.974, es producir inteligencia para asesorar al presidente Sebastián Piñera y a los diversos niveles superiores del Estado, con la finalidad de proteger la soberanía nacional, formulando apreciaciones de inteligencia útiles para la consecución de los objetivos nacionales y políticos del gobierno.

Además coordinar el intercambio de información en materias propias de la Agencia, entre los distintos organismos públicos que la recogen y disponen de ella, en especial con los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas y las policías de Carabineros e Investigaciones.

En consecuencia, Gonzalo Yuseff Quirós, tiene un rol de primer orden en las decisiones del gobierno pues es el responsable de proyectar los desafíos que puedan afectar la defensa nacional de Chile para los años 2012 y 2013.

Dentro de la ANI esa función le corresponde a la División de Análisis y Planificación. La cual es una de las divisiones más importantes que conforman la estructura organizacional interna de la referida entidad en su calidad de ente directriz y rector de los aparatos de inteligencia chilenos que han sido potenciados como un arma tan temible y letal como sus aviones F-16[11]

Ante la hipótesis de posibilidad que la Corte de La Haya admita – en su fallo – la totalidad o gran parte de lo reclamado por el Estado Peruano, los analistas que conforman la supradicha división, en las apreciaciones de inteligencia estratégica formuladas, tienen que haber recomendado el curso de acción que debería adoptar el presidente Sebastián Piñera. Esto, para mantener la estabilidad y gobernabilidad del país frente a ese presunto desenlace.

¿Por qué?

Porque el 73% de entrevistados – a nivel nacional en Chile – tiene la posición que su país no debe acatar dicho fallo si les es desfavorable.

Ello, según las dos encuestas publicadas por el diario El Mercurio de Santiago de Chile, en septiembre de 2010 y noviembre de 2011 y que fuera elaborada por la empresa de investigación de mercado y opinión Adimark, cuyo director es Roberto Méndez.

Es decir, durante dos años consecutivos una persistente y abrumadora mayoría de ciudadanos chilenos (73%) enfrenta el diferendo de La Haya con la postura que su país por ningún motivo debería entregar territorio marítimo en controversia, al Perú.

Este hecho constituye un claro indicativo que se podría producir movilizaciones o protestas en Chile, creando un clima de inestabilidad en el frente interno para el presidente Sebastián Piñera, si decidiera acatar el fallo. Su creciente impopularidad (29% de aprobación en abril de 2011) se traduciría en ilegitimidad.

Por lo tanto el jefe de Estado chileno se encuentra frente a un dilema: ¿qué hacer ante dicho escenario? Es decir, acatar el fallo de La Haya con la consecuencia que podría provocar el rechazo del 73% de la población chilena sobre su permanencia en el poder afectando la estabilidad y gobernabilidad; o incumplirlo para recuperar su popularidad e imagen y mantenerse de esta manera en el gobierno en el 2013 que será un año pre electoral para Chile. Claro está, con las implicancias que ello conllevaría.

Pronto sabremos cuál será su decisión. Mientras tanto los peruanos debemos prepararnos y no descuidarnos para lo que podría venir a fin de evitar una posible sorpresa estratégica de consecuencias imprevisibles en nuestro ámbito externo. Ello, debido a la situación de indefensión en que nos encontramos actualmente.Cuyo hipotético escenario es mas peligroso que la problemática en el VRAE. Estamos advertidos.

Por Montesinos Torres.


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VIVA EL PERU

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